Sol@s en casa: Yayo-gatos, amor con amor se paga

¿Qué hacen tus gatos cuando tú no estás?

Anécdotas, experiencias y consejos que pueden ayudarte a entender mejor a tu gato y ponerte por un instante en su hermosa piel.

Yayo-gatos, hay que quererlos

Se considera que un gato entra en la 3ª edad a partir de los 10 años y su longevidad dependerá de sus condiciones de alimentación y cuidado, su propia genética y otros factores ambientales externos. 

Nadir es una encantadora abisinia de 14 años, loca por las caricias                     

Personalmente, los gatos abueletes son mi debilidad. Me encanta su tranquilidad, lo tiernos y afectivos que se muestran, y lo agradecidos que son ante cualquier muestra de atención: hacerles compañía y darles cariño es el mejor de los cuidados para ellos. 

  El Nen, europeo común de 13 años, disfruta con los solos de guitarra

Aún así, hay ciertos aspectos de su salud que se deben observar y vigilar como:

- Cambios en el peso, que adelgace no siempre es sinónimo de enfermedad pero puede revelar un problemas de salud.
- El apetito, hay que asegurarse de que come y bebe todos los días (aunque sea poco).

- La tos persistente.

- Los ojos y posibles cambios de tamaño y color de la pupila o el iris, puede ser indicativo de una enfermedad grave.

- Parásitos internos o externos.

- Maullidos nocturnos de angustia o lamento.

- Los dientes y la boca: el babeo y el mal aliento pueden ser síntoma.

- La piel, bultos o úlceras que no curan.

Las enfermedades más comunes que pueden padecer los yayo-gatos son de tipo intestinal, problemas dentales, diabetes, cardiovasculares, renales y pancreáticas, obesidad, anemia, cáncer, hipertiroidismo y hipertensión, entre otras.

                                                     Mis dos top manta

                    Nano, tabby de 11 años y medio, tiene alergias cutáneas

                    Farruca, europea de 13, hipertensión y problemas cardíacos

                                        

Cómo hacerle la vida más fácil: 

- Cuidar la dieta dándole raciones pequeñas de comida (de mayores no necesitan tantas proteínas), pero regulares con alimentos secos para mantener sus dientes más limpios y evitar la aparición de sarro o gingivitis.

- Para hacerle limpiezas caseras de boca, se puede frotar muy suavemente los dientes y las encías con una gasita o bastoncillo de algodón empapado en un colutorio especial para gatos o para niños sin alcohol y baja concentración de flúor. 
- Si le cuesta masticar, es mejor darle comida blanda y en trocitos muy pequeños, o alimentación específica para su edad o dolencias, siguiendo el consejo del veterinario.

 A la amorosa Frida de 13 años le encanta lamer barritas de pescado seco

- Proporcionarle agua en abundancia y fría (varios recipientes por la casa) pues puede "olvidarse" de beber y padecer deshidratación.
- Buscarle un lugar cómodo y calentito para acostarse tranquilamente porque duerme entre 12 y 18 horas, mucho más que cuando era joven.
- Poner su caja de arena en un lugar muy accesible y del tamaño adecuado para evitarle accidentes o daños innecesarios.
- Cepillarle el pelo más a menudo, pues los gatos mayores tienden a descuidar su acicalamiento. 
- Cortarle las uñas con cierta frecuencia, pues se "olvida" de afilárselas y se le pueden clavar en las almohadillas. 
- Evitarle estrés con cambios de ambiente, mudanzas o la llegada de una nueva mascota.
- Jugar con él moderadamente para que no pierda flexibilidad y tono muscular. 

La peludita Mona, una angora tricolor de 14 años, es muy aficionada al futbolín

Pero sobre todo, un gatito anciano debería visitar al veterinario dos veces al año para hacerse chequeos y seguimientos de sus achaques crónicos. Como los avances médicos han adelantado que es una barbaridad, con un poco de suerte, algo de supervisión y muchos mimos podemos conseguir que nuestros yayos felinos lleguen hasta los 20 años y más allá...

                                            (In Memoriam) 

               Michelín, el yayo pelirrojo más suave y tierno que conocí.

 Vivió casi 23 años arropado por amor humano y calor de esterilla eléctrica.