Gatos de cine III: Gatos de terror

Esta tercera entrada de gatos de cine da miedo. Los mininos son un ingrediente clásico y básico en el cine de terror, sin duda por ese aire misterioso e imprevisible que aterra a los no-iniciados por responder al tópico de que el gato es un animal traicionero y salvaje. Apoyándose en esta mala fama tan arraigada en la conciencia colectiva, guionistas y directores han convertido a los mininos en los amos de las noches de luna llena y casas misteriosas. Personalmente, a mí me da más miedo una niñita ojerosa vestida de blanco o una serpiente pitón entre las sábanas que un gatito bufando. 

General: el atigrado gris de Cat’s Eyes

Basada en el libro homónimo de Stephen King, esta peli de 1985 enlaza tres historia a través de los ojos de un gato pardo atigrado, que será protagonista y héroe de la última trama. Una niña (la pequeña Drew Barrymore) vive aterrorizada por las noches por un gnomo que se ha instalado en su habitación y mata a los niños robándoles el aliento. Este argumento se inspira en leyendas alemanas de duendes que roban la vitalidad a la gente mientras duermen. Pero Drew cuenta con la impagable ayuda de su gato, General, capaz de enfrentarse a ese malvado gnomo y a veinte como él.

Ese gato come gnomos y barrymores

Mar: el europeo común negro de La maldición 

Los japoneses haciendo terror dan pánico. Me cago viva con esas chavalas de pelo negro hasta las rodillas y pálidas como el David de Miguel Ángel. Esta peli del año 2003 titulada Ju-on: The Grudge da miedo desde el principio. Un hombre pierde el juicio y asesina a su mujer, su hijo pequeño, Toshio, y al gato negro de la familia, Mar. Unos años después, los tres asesinados vuelven para vengarse de los nuevos inquilinos de la casa. La aparición del gato suele presagiar una muerte inminente o la aparición de Toshio que habla e incluso maúlla y chilla como un gato, momento especialmente espeluznante.

No puedo dormir, voy a contar gatitos... Un gato, dos gatos, tres gatos... ¡Coño, gatolandia!

Church: el British short-hair de Pet Sematary

El protagonista en el papel del gato Church (diminutivo cariñoso de Winston Churchill) está imponente tanto vivo como zombie y para interpretarlo se utilizaron siete gatos distintos.  
Todo empieza cuando la familia Creed (padre, Louis; madre, Rachel, niña,Ellie y nene casi babé, Gage) se mudan a un pueblecito de Maine, a una casa delante de una carretera muy transitada. La tragedia comienza cuando Church muere atropellado por un descuido del padre, que se siente culpable y teme que su niña se disguste, así que lo entierra en un cementerio de animales cuya tierra tiene un maléfico poder...   

¡¡¡Ahhhhggg, soy un fantasmaaaaaa!!

Gordon: el europeo negro de Night of the Creeps 

Película de serie de B de zombies rodada en 1986, parodia el género mezclando no-muertos con parásitos alienígenas (una especie de babosas) que se introducen por la boca de sus victimas y se alojan en el cerebro, convirtiéndolos en asquerosos muertos vivientes. Por supuesto, sus víctimas favoritas son adolescentes a punto de asistir a su baile de graduación... Y este pobre gatito negro, que pasaba por allí. 

Me está bien empleado por andar comiendo porquerías  

Cleopatra: el tabby pelirrojo de La comedia de los horrores 

De 1964 y dirigida por Jaques Tourneur, pionero en el cine de terror, quizá da tanto miedo como risa, pues es una magistral comedia de humor negro con un argumento de lo más disparatado. El propietario de una empresa de pompas fúnebres (Vincent Price), alcohólico sin escrúpulos, decide acabar con la escasez de clientes y aumentar el número de defunciones por su cuenta, con la complicidad de su ayudante (Peter Lorre) y de su gato Cleopatra, que aparece en los créditos como Rhubarb y no es otro que el famoso gato Orangey, actorazo que ya intervino en Desayuno con diamantes.

Nunca me han dado un Oscar, pero sí salchichas

Silky: el europeo común blanco de The Cat 

Película coreana de 2011 de suspense en la que una cuidadora de animales se encariña y cuida a un gato persa, Silky, cuando su dueño muere súbitamente. Desde ese momento, es perseguida por una chica con ojos de gato que convierte su vida en una pesadilla. Su presencia y el llanto de Silky la empiezan a volver loca y decide deshacerse del gato... Aunque no lo consigue. 

Este gatito blanco es un ángel... del infierno

Los atigrados comunes de Eye of the cat

Película de 1969 que a España llegó con el título de La gata en la terraza, cuenta las cuitas de una joven y atractiva pareja que planea robar en la mansión de la tía rica y excéntrica de él que vive sola con sus gatos. Ella y sus animalitos conseguirán que los ladrones sientan que nunca deberían haber puesto un pie en aquel lugar. Sentimiento agravado por la repulsión a los felinos que siente el protagonista del robo. No así su novia, que parece encantada entre ellos.

Los felinos son mis primos, ¿no se nota?

Cat of hell: el europeo negro de Tales from the Darkside

Película de 1990 basada en la serie de televisión del mismo nombre, está contada por un repartidor de periódicos secuestrado por una bruja a quien cuenta tres historias de terror antes de ser canibalizado. La segunda historia trata sobre un viejo rico en silla de ruedas que contrata a un asesino profesional para matar a un gato negro, que el viejo toma por una criatura diabólica a la que llama Cat of hell. El sicario cree que es un trabajo fácil, pero se equivoca. 

Auxilio, policíaaaa, hay un asesino en mi casa

Copito de nieve: el persa blanco de Hausu  

Otra peli de terror japonés de 1977 protagonizada por Oshare y sus seis amiguitas adolescentes que no pueden ir de excursión por culpa de su profesor y deciden hacer una escapada a la casa de su tía-abuela materna paralítica y medio ciega. Por supuesto, se lleva a su gato blanco, que tiene poderes. Y es que la mansión (hausu es house) tiene vida propia y las chicas empiezan a desaparecer misteriosamente, mientras la casa y la tía se transforma en una psicodélica pesadilla en esta bizarra película oriental...  

Arigato, me llevo de excursión a mi gato

Donatello: el europeo común de El gato desaparece

Película argentina de 2011 de terror psicológico. Beatriz va a buscar a Luis, su marido durante 25 años y profesor universitario, a la clínica psiquiátrica donde ha estado internado los últimos meses. Está inquieta por saber si es el mismo después de un oscuro episodio psicótico. Al llegar a casa y entrar en la cocina, Donatello, el gato de la familia, se eriza al ver a Luis, le araña en la cara y se escapa, cuando antes era su cariñoso compañero. Luis le quita importancia pero Beatriz no parece estar adaptándose al regreso de su marido y el clima se irá enrareciendo hacia la noche…

A mí no me toques, tío loco, que sé dónde vives

Butch: el pelirrojo atigrado de El increíble hombre menguante

Clásico en blanco y negro del horror fantástico, es una obra maestra en efectos e interpretación para su època (1957). Scott Carey está con su esposa pasando un agradable día en un barco prestado. De repente le envuelve por completo una especie de niebla radiactiva y al cabo de unos meses y descubre que está empequeñeciendo; es sometido a multitud de pruebas que concluyen que la niebla es la causante de su cambio sin remedio. Acaba reducido a escasos centímetros, tratando de sobrevivir con su escaso tamaño peleando por su vida contra su amado gato al que antes acariciaba y alimentaba desde las alturas. Este lindo gatito es -de nuevo- Orangey, que por esta película ganó un PATSY Award.

Te voy a comer tu cara entera...

Gato negro: el europeo de pelo corto de The black cat

Hay varias adaptaciones al cine de este escalofriante relato de Edgar Allan Poe. La primera es del año 1934 con Bela Lugosi, una posterior de 1941, otra más moderna 40 años después e incluso hay una adaptación japonesa. La más reciente es el capítulo 11 de la segunda temporada de Masters of Horror de 2007, dirigido por Stuart Gordon. Corre el año 1874 y Edgar Allan Poe, alcohólico y neurótico perdido, tiene serios problemas económicos, situación que empeora cuando su adorada mujer, Virginia, enferma y muere de tuberculosis. Poe echa la culpa al gato negro de la familia y en su delirio acaba matándolo, acto que pagará muy caro... 

Por encima de su cadáver vas a tener que matarme

Queda claro que los gatos negros dan mucho más miedo que otras razas o colores de felino. O al menos tocan la fibra sensible de la superstición y el bagaje infundado de la mala suerte que estos pobres mininos cargan consigo. Sea como fuere, algunas de estas películas son auténticos imprescindibles de la historia del cine, y sin sus protagonistas gatunos perderían parte -o todo- su sentido.

Mírame fijamente a los ojos y dime qué ves...