Anécdotas, experiencias y consejos que pueden ayudarte a entender mejor a tu gato y ponerte por un instante en su hermosa piel.
¿Lavar y marcar?
Los gatos son limpísimos; no es un tópico, es una realidad. Les encanta lavarse y su contorsionismo higiénico es un arte de difícil ejecución, pues llegan con sus rosadas y rasposas lenguas a salva las partes que en muchos seres humanos apenas ven la luz. Con la edad, los gatos adultos, jubiletas y ancianos pierden movilidad y flexibilidad, lo que ocasiona que su pelaje esté menos cuidado, ralo y apagado, llegando a formarse nudos como ovillos en el cogote, tripita, patas traseras y allá donde termina la espalda y empieza el rabo.![]() |
| Cuanto más abundante es el pelaje de tu gato, más cuidados y atenciones necesita. |
Este ritual de lavatorio se conoce como atusado y no responde solo a una inquietud por estar aseado y limpito. Con este acto diario se elimina el pelo muerto, polvo y posibles parásitos; pero además con la lengua y las patas, reparten equitativamente la secreción natural de sus glándulas sebáceas que es un abrillantador y protector capilar que el gato trae de serie. Además al extender esta grasa natural por todo el cuerpo, el gato se empapa de pies a cabeza de su propio aroma. Es decir, se marca a sí mismo.
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| Millau marcando mi ropa para hacerla suya |
Por otro lado, el lavado felino tiene otros efectos beneficiosos para su salud y equilibrio emocional: muchos animales se lamen compulsivamente cuando están estresados para liberar la tensión y relajarse, y al lamer a otro individuo es una forma de hacer amigos e intimar (algo así como "tú me das cremita, yo te doy cremita").
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| New York, mestizo de tabby y turco de angora, se lava la tripita a conciencia. |
Yo presto mucha atención al cepillado de un gato que se queda a mi cuidado. A los de pelo corto, les cepillo cada día o dos días y a los de pelo largo, a diario.
Pero, ay, la relación de los gatos con los cepillos (de púas, de cerdas blandas y duras, guantes y manoplas rígidas o semi-rígidas) es desigual y cambiante según el individuo. Algunos gatos ronronean nada más ver su cepillo y otros salen por patas. Esto puede deberse a que los cepillos tradicionales de púas les hagan daño y por eso los propietarios compran los de cerdas blandas, que a veces no arrastran bien el pelo y son poco efectivos contra los nudos. A mi me encantan los accesorios tipo guante y el que yo llamo "el afeita-patillas".
Guante: Cubre mayor superficie y masajea Afeitapatillas: Suave, eficaz y no irrita
Sin embargo, mi método de cepillado favorito son las manos. Me las lavo sin jabón y húmedas (pero no goteando) se las paso al gatito lentamente desde la cabeza hasta el rabo, masajeándolo suavemente por el lomo, la barriguita y las patas como si fuera la lengua gigante de su mamá (mamá sustituta, en este caso). El efecto es genial: el gatito se queda fresco (ideal en verano), le quito pelos muertos, polvo y suciedad sin utilizar ningún cuerpo extraño, y además estrechamos lazos afectivos pues él me deja su olor y yo el mío.
De todas formas, no aconsejo hacerlo a diario sino una vez cada tres o cuatro días, dependiendo de la época del año (en verano con más frecuencia) y el tipo de pelaje del gato para no alterar la grasa natural de su propio pelo que es un eficaz sistema de protección.
| "Como yo me lavo, como yo me lavoooo... nadie me lavaará, nadie me lavaraáa" |





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