martes, 30 de julio de 2013

Gatos de cine II: Gatos de familia bien


La segunda parte de Gatos de cine va de mininos muy familiares. Pues un gato al entrar en una casa se convierte en uno más de la familia, quizá el miembro más vulnerable, incomprendido y a veces desatendido. Y para llamar la atención se mete en el armario, se cuelga de las cortinas y te rompe algún que otro objeto delicado.

El cine y la televisión han cubierto las siete mil vidas de un gato en casa de forma más o menos realista. Os dejo algunos buenos y bellos ejemplos...



Lucky: El tabby europeo de Alf

La familia Tunner es una de tantas en los EEUU: casita con jardín, tres hijos, un gato y de repente ¡un extraterrestre! Aunque la familia adoptó a Alf como una encantadora rareza, la vida de Lucky, se convirtió en una prueba de supervivencia, obligado a burlar el acecho constante de Alf, que adora a los gatos... al plato. Y es que en su planeta de origen Melmac, los gatos eran la dieta favorita. Pero en la tierra Lucky es parte de la familia y por tanto, intocable. 

Ummm, qué rico el gatito al horno con un limón


Gafe: El Himalayo de Los padres de ella
El "niño bonito" del padre de la novia, Jack Byrnes (Robert de Niro) es Gafe (Jinx en inglés) y un auténtico gafe para el novio, Greg Focker (Ben Stiller) que entró con muy mal pie en su familia política, alertando las suspicacias de su futuro suegro al declarar su poca afición a los gatos.
Durante un fin de semana le pasa de todo: pierde el equipaje, provoca un incendio, desfigura a su cuñada antes de su boda, y espanta y pierde al gato querido de su padre político. Lo que le va a costar casi un ojo de la cara. 


¿Quién no adoraría a un gato que sabe usar el váter y tirar de la cadena?

Bola de nieve: El persa blanco de Stuart Little

Difícil reconocer al Dr. House en este atildado padre de familia, pero ahí está, junto a mi querida Geena Davis quienes (no me preguntes porqué) adoptan a un ratón muy bien animado al que convierten en el hijo "raro" de la familia Little. El hijo pequeño -con pinta repelente pero buena gente- está encantado, no así el mayor y el gato, Snowball (Bola de nieve) que sólo piensa en cómo deshacerse de Stuart. Como siempre, el gato y el mayordomo son los malos de la película. 

A mí no me comas la cabeza, pequeño ratón

Cat: El europeo pelirrojo de Desayuno con diamantes 

Orange era el nombre real de este famoso gato actor que ya en 1951 protagonizó "El gato millonario" de Arthur Lubin, donde hereda una fortuna de su amo y se convierte en objetivo de la malévola hija del muerto, decidida a recuperar su herencia.   
En 1961, este lindo gatito llamó la atención del público al compartir el apartamento neoyorquino de la neurótica, insatisfecha y mantenida por los hombres Holly Golightly (Audrey Hepburn) en "Desayuno con diamantes":  "Soy como este gato, no pertenecemos a nadie. Nadie nos pertenece, ni siquiera el uno al otro".

Para que un gato se deje mojar tiene que ser muy buen actor



Kitty: La europea tricolor de Amélie 

"El fabuloso autismo de Amélie Poulain" es el título completo de esta película cuyo gnomo se hizo más famoso que el perro de los Simpsons y elevó a la categoría de mujer deseada a la actriz francesa Audrey Tautou, con su carita de niña dulce y ojos de gata loca. Quizá por esos rasgos tan felinos era de esperar que su animal de compañía fuera una adorable gatita tricolor, Kitty, que la acompaña discretamente en varias escenas. 

¡Vaya cuadro! Bien se podría titular "Suite francesa con gato y neurosis"


Morris: el atrigrado rojo de El largo adiós 

El gato Morris (actor de publicidad) debutó en esta película de Robert Altman, adaptación de 1973 de la novela negra de Raymond Chandler The Long Goodbye. Un detective Marlowe antihéroe, interpretado por Elliott Gould, que deja claro su condición de perdedor interpretando 10 estrambóticos minutos buscando comida para su gato a las tres de la madrugada. Le compra otra marca que no es la que él come y obviamente el gato no traga. Faltaría más: aunque este mentecato Marlowe crea que puede engañar a su gato, él es el más listo de esta magistral película. 

Este bodrio te lo comes tú, Marlowe de pacotilla


Henry: el europeo blanco y negro de Dos días en París


Julie Delpy (Marion) y Adam Goldberg (Jack) son junto a Cary Grand y Katherin Hepbrun en La fiera de mi niña, mi pareja favorita de comedia. 
Ella es una fotógrafa francesa y él, publicista neoyorquino que están pasando el verano por Europa y se quedan dos días en la casa de los padres de ella en París, para recoger al gato que dejaron al principio de las vacaciones. Además de escenas súper divertidas, lo más curioso es que los actores Albert Delpy y Marie Pillet son los padres de Julie, Alexia Landeau es su hermana, sus amigos son amigos reales y Henry es su propio gato, al que su divertida madre cebó en su ausencia.

Mamaaá, me has puesto al gato como Henry VIII... Te voy a decapitar

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