jueves, 31 de octubre de 2013

Pequeños placeres felinos: Amasando que es gatuno

El amasado, ese pataleo que muchos gatos nos hacen en la barriga, en la espalda o en las piernas, es un recuerdo de su tierna infancia. También es un regalo que nos hacen y debemos disfrutar como un momento íntimo y exclusivo entre ellos y tú.

Un poco más a la derecha... Ummm, gracias



Con las patas en la masa

No todos los gatos amasan a los humanos. Mi Farruca jamás me amasó: sólo patalea su manta peludita o mi batín de forro polar. En cambio Nano me daba unos masajes profundos todas las noches, ronroneando y asqueando el lomo como si estuviera a punto de copular. A veces incluso se bababa y lucía una mirada vidriosa (y algo viciosa) en sus enormes ojos verdes. Aunque me clavaba las uñas en el brazo, a mí me encantaba que lo hiciera y esperaba ese momento con emoción. Me sentía más unida a él y era algo que nunca hizo con mi marido. Yo era su hembra y sólo conmigo "bailaba la muñeira" mientras yo le cantaba "el triquili-triqui-litriquilitrí" (onomatopeya típica de mi folclore). Hay quien le llama muxir, que en galego significa ordeñar, lo cual viene muy a cuento pues se cree que los gatitos amasan el vientre de sus mamis para estimular la salida de la leche. Otros lo llaman "hacer galletas", pero la versión más divertida es la de mis amigas Marta y Mercedes, que le llaman "el gospel". 



Ooohh, happy dayyyy, ooohh happy caaatt!


La masa madre

La teoría más extendida sobre la causa del amasamiento en gatos adultos es una reminiscencia del pasado cuando de recién nacidos presionaban el abdomen de su madre para estimular la secreción de leche. Este acto tan tierno puede ser doloroso pues un gato adulto presionándote la barriga  con las garras extendidas y sus uñazas de las patas delanteras en movimientos rítmicos y alternativos de sus patas puede hacerte sudar la gota gorda.

 
Siento unas uñas afiladas como guadañas... ¿Será la muerte negra?


Los gatos adultos que mantienen este comportamiento suelen ser de carácter juvenil cuando lo repiten con los humanos. Nelli, una gatita tierna y encantadora de 5 años que cuidé en BCN, el primer día de mi visita en cuanto me senté en el sofá, subió sobre mí, me amasó el estómago, se puso a chupar mi camiseta y estuvo haciendo la muñeira y babeando hasta que me levanté. Lo repitió todos los días que la cuidé. Así que me debió de considerar una madre sustituta lo bastante adecuada para ella. 


La dulce Nelli encima de Hannah, su adoptante

Muchos gatos ronronean y salivan mientras amasan superficies blandas.  Algunos expertos consideran que es su forma de estimularse antes de dormir, ya que con este gesto liberan endorfinas lo que les da placer


Después de hacer galletas nos merecemos una buena siesta


Te amaso porque eres mío

 "Los gatos amasan para estar cómodos", dice Sarah Wilson, consultora de comportamiento animal y co-autora de Buenos dueños, Buenos Gatos. Desde luego, yo he visto a Farruca amasar sus manta en el cojín donde duerme como si estuviera quitándole las malas pulgas.
Mi primer gato de Galicia, Pirracas el loco del río Miño, sólo amasaba la manga de la bata de lana del Pirineo de mi abuela, y pobre del que intentara apartarlo porque defendía su manga a brazo partido. Y es que otra función de la "muñeira felina" es marcar territorio, pues los gatos tienen glándulas odoríparas en las almohadillas y al masajearnos y masajear prendas, están reclamando su propiedad sobre ellas. Para mí tiene mucho sentido: siempre sostuve que Nano me consideraba su novia, suya y nada más que suya, y que el tío gordito que dormía a mi lado era un vil usurpador. 


Nano, mi hermoso gatito amasador y amador




Y es que el masajeo gatuno es una manifestación de amor puro. Muchos coinciden en afirmar es un cumplido y puedes sientirte afortunado si tu minino te amasa y te marca reivindicando su posesión. Eso es porque tú le das placer, confianza y comodidad. Todo un halago viniendo de un gato. 
Remataré con una afirmación de la Dra. Shelby Neely, la veterinaria experta en gatos, que comparto 100%: Un gato que amasa es un gato feliz. 

Me han pillado feliz y con las manos en la masa

Epílogo

Se me ha ocurrido invertir el proceso y hace unos días empecé a hacerle YO "patitas" (como dice mi amiga Florencia) a mi gata Farru. Aprovecho cuando está tumbadita y la amaso en la barriguita sobre las tetillas con cuidado y lentamente. Se queda quietecita, ronronea en Dolby Surround y su mirada se pierde en una mezcla de recuerdo y éxtasis. Es una gozada. Os recomiendo hacerlo, aunque no sé si los machitos reaccionaran tan positivamente... 

Mis tetillas gallegas están bien retocadas



4 comentarios:

  1. Qué contenta se quedará Nellita cuando le muestro que se ha convertido en una estrella de web, puede incluso ser que me amase un poquito :D.

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    1. Seguro, Hannah!! Es una dulzura, se merece una aparición estelar!!!

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  2. Ay, mi Mincha, que me hace un daño horrible porque se niega a amasar la manta... y debajo estoy yo, claro!

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    1. Sé perfectamente de lo que me hablas, tocaya!!! Yo también sufrí lo mío, pero "garras con gusto no pican".

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