martes, 26 de noviembre de 2013

Mitos felinos: Los gatos sólo tienen una vida


Ni las siete vidas de los países latinos, ni las nueve de los anglosajones. Los gatos sólo viven una vez. El origen de este mito es incierto y no he encontrado una buena explicación, que se habrá perdido en el tiempo. 



Hay varias teorías para este mito de las 7 o 9 vidas de los gatos. El más extendido tiene que ver con su fortaleza física, su agilidad y su capacidad para "caer de pie" gracias a su desarrollado sistema de equilibrio y la flexibilidad de su columna vertebral que les permite dar volteretas en el aire disminuyendo la velocidad de una caída libre.

Qué bien caigo, por Dios


Gatos que arañan el cielo

En general, un gato es capaz de saltar 10 veces su propia altura, pero muchos pueden dar saltos de varios pisos y sobrevivir milagrosamente a impactos mortales para un ser humano o cualquier otro animal. El biólogo J. B. S. Haldane describió en 1927 los efectos de diferentes animales al precipitarse desde grandes alturas: las ratas mueren, los hombres quedan destrozados, los caballos revientan... Esto es consecuencia de los efectos de la fuerza de la gravedad, pues la resistencia a la caída de un animal pequeño es diez veces mayor que la fuerza de atracción de la tierra. Por eso un insecto (que apenas pesa) cae sin peligro.


Quiero volar como Superman o como Supercat


En un artículo publicado en "Journal of the American Veterinary Medicine Association" en 1987 bajo el título El síndrome del edificio alto en los gatos, se estudiaban las heridas y los índices de mortalidad de los felinos tras una caída que oscilaba entre las 2 y las 32 plantas. Se constató un índice de supervivencia del 90 %.

Hay tres variables que determinan el índice de lesiones y de supervivencia de una caída: la velocidad adquirida, la distancia de impacto y la parte del cuerpo del gato que resiste la fuerza de la frenada. Como es capaz de girarse en el aire, el impacto se reparte en sus cuatro patas flexionadas disminuyendo la velocidad de caída. Cuando un gato aterriza, dobla las patas como nosotros las rodillas, pero barbilla es lo primero en tocar el suelo y por eso es habitual que un gato volandero se destroce la mandíbula.


Me han escayolado con punto enano... Qué mano


Curiosamente, la mayor incidencia de heridas y de muerte se situaba en la planta número 7 (otra vez el 7). Pero a medida que se incrementaba la altura, la mortalidad disminuía pues a mayor altura, el gato se relaja (¿¿??), puede dejar de acelerar y aumenta su flexibilidad y por tanto el área de absorción del impacto.


9, 8, 7, 6, 5... Qué hostiazo me voy a pegar


Esta asombrosa capacidad de superviviencia ya se les conocía desde muy antiguo, y en la época medieval se estilaba el sádico pasatiempo de tirar gatos desde torres y campanarios. Como la mayoría sobrevivían, se les atribuyeron poderes mágicos oscuros asociándolos con el diablo y las brujas. Quizá por eso empezaron a tirar cabras desde los campanarios, porque las pobres fenecían terriblemente al no poseer las dotes físicas de los felinos. Varias teorías coinciden en apuntar que por este alto índice de supervivencia felina vino su fama de tener más de una vida. 


¿Soy un gato, soy un murciélago, soy una cometa?


Siete vidas no tiene un gato

Vale: los gatos sobreviven a caídas espectaculares, pero ¿por qué 7 vidas y no 3, 5 u 8? No hay una explicación clara ni probada. Simplemente se alude al significado cabalístico del 7 en la Antigüedad -en las culturas egipcia y babilónica- que culminó en las teorías matemáticas de Pitágoras, quien opinaba que "todo son números". 

¿Cuántos pies tiene un gato?


En el esoterismo el 7 es un número de la suerte, "trinidad de trinidades", y por ello se incorporó a la cultura occidental desde tiempos remotos como: 

- Los días de la semana que vienen de los planetas más visibles desde la Tierra: Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus, Saturno y Sol.  
- Los colores del arco iris. 
- Las notas musicales (do, re, mi, fa, sol, la, si) incorporadas por Pitágoras a la lira.
- Los 7 metales conocidos en la antigüedad: hierro, cobre, estaño, mercurio, plomo, oro y plata.
 - Todas las caras opuestas de un dado suman 7. Los dados era el juego favorito de los soldados romanos.

Con la incorporación del cristianismo a la cultura occidental el 7 estuvo aún más presente pues en la Biblia se le considera el número perfecto (el candelabro sagrado de la liturgia judía, el Menorá, tiene 7 brazos). Dios creó el mundo en 7 días, 7 son los sacramentos, 7 los dones del Espíritu Santo, 7 los pecados capitales y 7 los arcángeles. 

Si tengo alas, ¿soy un ángel o un águila?

Quizá por eso en los países latinos cuando al gato se le supusieron poderes oscuros, se le otorgó el siete a su suerte en la supervivencia. 


Las 9 vidas de los gatos ingleses

Se cree que las tradicción de las nueve vidas gatunas de la cultura anglosajona viene del Antiguo Egipto. En su cosmogonía, el nueve es un número de gran importancia pues Atum-Ra (el dios del sol) dio vida a otros nueve dioses, conocidos como Los Nueve. Para visitar el mundo de las tinieblas Atum-Ra se transformó en gato y para garantizar su propia supervivencia se dotó de nueve vidas. Es por ello que los gatos eran animales sagrados, se les momificaba al morir, se les guardaba duelo y se penaba su maltrato y asesinato. 

Yo no me llamo Ramses, es es es 

También en el mito griego de la creación, Deucalión y Pirra estuvieron navegando en el arca durante 9 días y 9 noches. Y los pitagóricos consideraban el 9 como "el Alfa y la Omega", es decir, el principio y el fin, el número del hombre, porque la gestación dura 9 meses. Una curiosidad numerológica: Al sumar todos los números  de una cifra (1+2+3+4+5+6+7+8+9) se obtiene 45, es decir 4 +5 que da 9. Por eso se le conoce como "el Perfecto", el número que nunca se destruye como un gato que cae nueve veces y nueve veces sobrevive. 


Podría ser que la masonería medieval y las técnicas de construcción tuvieran el nueve como número aúreo y los gatos que caían de los tejados sin apenas lastimarse se les atribuyera el nueve con su simbología esotérica.  
Lo cierto es que se han encontrado varias referencias literarias en la cultura británica sobre los 9 vidas del gato. En Beware the Cat (1570) del escritor inglés William Baldin, se dice: "A las brujas se les permite poseer el cuerpo de su gato por nueve veces". John Heywood, en 1546, añadía en su colección de dichos: "El gato tiene nueve vidas, como la mujer". Pero el dicho popular más conocido es: “A cat has nine lives. For three he plays, for three he strays, and for the last three he stays” (Un gato tiene nueve vidas. Juega durante tres, se aleja en las otras tres y se queda en las tres últimas). El mismísimo Shakespeare, tan cercano al folclore y la cultura popular, incluye este refrán en Romeo y Julieta: Mercucio irónicamente compara a Teobaldo con un gato que tiene 9 vidas. 

Oh, Julieta, ¡cómo me raya esta reja!

Más recientemente y ya rizando el rizo, el 9 es el número básico en "El Señor de los Anillos" de Tolkien, doctor en literatura y mitología europea medievales:
- Los anillos forjados para los hombres son 9. 
- Los Espectros del Anillo Único son 9 como los 
dedos que le queda a Sauron después de que Isildur le corte el dedo con el Anillo. 
- La Comunidad del anillo las forman 9 compañeros: 4 hobbits, 2 hombres, 1 enano, 1 elfo y 1 mago. 
- A Frodo le quedan 9 dedos después de que Gollum le arranque de un mordisco el índice de la mano izquierda con el Anillo Único. 

Además del 9, Tolkien incorpora a los gatos en sus obras en diversas versiones y papeles como en la reina Berúthiel, o en el poema de Cuentos desde El Reino Peligroso. Para mí, gatos, 9 y Tolkien en la misma ecuación es pura magia. 

Hola, soy un gato de La Comarca y mi orina es de marca


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