martes, 4 de septiembre de 2012

¿Qué se cuentan los expertos?

Ojos clínicos

Los veterinarios dicen...

La mayoría de los gatos llevan mal que los saquemos de casa, ya sea un fin de semana en la playa o quince días en el pueblo. Tanto es así que, en la práctica de la medicina felina, este comportamiento se describe como una verdadera entidad patológica que denominamos ‘estrés asociado al viaje’. Esta enfermedad puede mostrar desde signos leves hasta algunos extremadamente graves que requieran la intervención del veterinario.
Esta alteración se debe al marcado instinto territorial del gato: cuando el animal llega a un lugar nuevo, debe iniciar una serie de actividades innatas de marcaje del territorio para ‘hacerlo suyo’ (con las uñas, glándulas faciales, orina). Si desplazamos al animal a un territorio nuevo, debe empezar desde cero, lo que supone un importante consumo de tiempo y energía. Algo totalmente inútil si, cuatro o cinco días después, volvemos a llevarlo a casa.
Siempre aconsejamos a nuestros clientes que, en el caso de viajes de corta o media duración (entre 3 días a 3 semanas), dejen a su gato en casa (su territorio) cuidado por alguien. Esta persona debería ir de una a dos veces al día a suministrar alimento y agua frescos, cambiar la arena de las deposiciones y asegurarse de que todo está en orden. Y en su caso, administrar cualquier medicación que el animal esté tomando.
Para ello, es importante contar con la confianza de cuidadora. Los gatos son animales extremadamente receptivos y son capaces de intuir si esa persona conecta bien con la especie felina, si pueden fiarse de ella, si le gustará jugar un rato con ellos, etc. También es imprescindible que sea capaz de reconocer rápidamente cualquier cambio en el estado general del animal.
Si estáis buscando a alguien que os cuide a vuestro gato por unos días, os animamos a que conozcáis a Isabel porque Los gatos no viajan.

Pere Renedo y Odón Oliva

Gràcia veterinaris



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