martes, 28 de mayo de 2013

Sol@s en casa: Los gatos al sol

Zeus, la diosa melosa de todos los soles

No se ponen morenitos pero están tan a gustito...

Tomar el sol es un placer para todos los animales de pelo y sangre caliente, y nuestros señores gatos son los primeros en apuntarse a lo bueno. Quizá uno de los momentos más tiernos de tu gato es verlo dormidito al sol en su rinconcito favorito o tirado por el suelo haciendo la croqueta. 

Lisa se estira patas arriba contra la ventana...
                 
Además del gustirrinín que les da el calorcito del sol, este despatarre solar al echarse una siesta no es una simple práctica hedonista. Al dormir y ralentizarse el funcionamiento de su metabolismo, la temperatura corporal de los gatitos baja y por eso exponerse al sol les ayuda a mantenerla constante de forma fácil y natural. Por esa misma razón duermen cerca de los radiadores o en lo más profundo de las mantas cuando hace frío. 

Por supuesto, si el sol les da sobre el sofá, su mantita favorita o la cama, no se moverá de allí hasta que le entre hambre o ganas de jugar. 

Nano es el "rey sol" de la cama

Cuando calienta el sol, aquí en la casa

Sin embargo, los gatos son tan delicados como los ancianos o los bebés y un exceso de sol puede provocarles un golpe de calor (hipertermia) que en algunos casos y en gatos delicados podría ocasionarles la muerte. Así que, nada de dejar al gato encerrado en el coche a pleno sol o en la terraza torrándose como pan de molde. 

Como los gatos no sudan (tampoco los cerdos, por cierto), suelen refrescarse lamiéndose el pelaje, situándose entre corrientes o bebiendo mucha agua. En verano es importantísimo dejarles varios bebederos con agua fresca y limpia. 

Cuando en verano cuido gatos con mucho pelo o les noto especialmente acalorados, suelo mojarme las manos y masajearles todo el cuerpo con las manos húmedas, lo que les refresca al instante y les quita el exceso de pelo muerto y polvo del suelo. Además, les encanta y más de uno ronronea encantado...

Mr. James está para comérselo después de sus baños manuales

Los gatos de Los otros

Igual que los niños fotofóbicos de la peli de Amenábar, los gatos blancos no debe nunca tomar el sol exterior directamente. Por su tipo de pelaje albino carecen de defensas epidérmicas contra las radiaciones solares y por ello son más propensos a sufrir cáncer de piel, con especial atención a la punta de sus orejas, la boca o la nariz.

Desconocía este riesgo hasta que cuidé de Marietto, un gatito blanco, delicado y delgadito (aunque come por tres) que antes de ser adoptado sufrió severos problemas de alopecia. Fueron sus propietarios quienes me advirtieron de los riesgos del sol para él. Aunque, como buen gato joven y juguetón que es, cada vez que puede sale al balcón, loco por el sol. 

¿Puedo tomar un poco de solcito tras los barrotes?

Para no privarles del sol, derecho fundamental de todo ser vivo, se les puede dejar salir al sol en las horas menos intensas, es decir, antes de las 11.00h y después de las 17.00h. He leído que recomiendan incluso ponerles protector solar SPF 50 para niños o bebés sobre la nariz, y el interior y exterior de las orejas. Personalmente dudo de la eficacia de esta medida, de cuánto le dura el protector sin que se lo quiten con la pata o se les cubra con polvillo y pelillos variados. Vaya un collage.  
                   
Dame más Vitamina, Vitamina D
La vitamina D es genial para mantener los huesos sanos, prevenir la osteoporosis regulando el calcio y fósforo en sangre, y sobre todo, es un poderoso antidepresivo natural. En los gatos además determina las mudas de pelo. Quizá es casualidad, pero yo he notado que en cuanto despuntan los primeros rayos de febrero, mis gatos empiezan a dejar pelos por todos los rincones, anunciando la primavera antes que El corte inglés

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